Rocketman es la biopic de Elton John, el talentoso músico británico, en la que se nos narran sus orígenes y como su éxito vino acompañado de una vida llena de excesos durante su juventud. El actor encargado de interpretarlo es Taaron Egerton, y lo acompañan Jamie Bell como Bernie Taupin, Byrce Dallas Howard como su madre, Richard Madden como John Reid y gran elenco. Todos ellos dirigidos por Dexter Fletcher, encargado de finalizar Bohemian Rapsody, quien acá hace uso de una mayor libertad creativa.
Con un guion escrito por Lee Hall, la película fue que Reginald Kenneth Dwight, un niño ingles de clase media con un notable talento para la música, eligió transformarse en Elton John. Pero lo hace desde el punto de vista de su protagonista, por lo que si bien la minuciosa investigación biográfica se ve reflejada en la reconstrucción fiel de algunas escenas, también se da lugar a la libertad creativa recurriendo al surrealismo en los números musicales.
Lo primero que vale la pena destacar de esta película es el trabajo actoral de Taaron Egerton, ya que quien no solo se mimetiza físicamente gracias al excelente trabajo de maquillaje o la imitación exacta de su extravagante vestuario, sino que compone un personaje scorsessiano. Porque la película comienza in medias res, con Elton John confesando sus excesos en un grupo de terapia, para luego pasar a su niñez en la que sufrió la falta de afecto de sus padres, raíz de su comportamiento propenso a las adicciones durante su juventud. Porque esto es lo que le da sentido a la imitación perfecta que hace de este excéntrico músico, razón por la cual supera ampliamente al Freddie Mercury deRami Malek para Bohemian Rapsody.
Otro aspecto a destacar es el uso narrativo de los números musicales basados en algunos de sus éxitos, ya que se los aprovecha para hacer avanzar la acción, saltando de una escena a la otra mediante elipsis, el mismo recurso utilizado en El rey león, también con canciones suyas. Y en estas escenas se permite momentos surrealistas donde se luce el montaje del ganador del Oscar Chris Dickens, quien aprovecha esta libertad creativa para utilizar algunos efectos propios del videoclip. Pero un aspecto negativo es que su director no se anima a explotar todo el potencial de estos recursos narrativos, porque las coreografías no alcanzan el nivel de espectacularidad que tienen las obras maestras del género musical.
En conclusión, Rocketman es una película que funciona tanto como homenaje a uno de los músicos más populares del siglo xx, y como una historia de ascenso, caída y redención contada en clave de musical surrealista como Chicago. Y si bien es imposible negar el talento y el buen trabajo de su director, le faltó la genialidad de un Bob Fosse, por ejemplo. para terminar de explotar el enorme potencial que tenía ese material y convertir la película en una obra maestra.