Un ratón del sur
Rodencia y el diente de la princesa (2013) es una coproducción peruano-argentina de animación, realizada para ser proyectada en 3D. Su productor, el peruano Milton Guerrero con experiencia en publicidad, se embarca en la realización más cara del cine peruano, con cuatro millones dólares de presupuesto. El resultado es una simpática aventura para niños similar a los grandes films del género.
Edam es un ratoncito aprendiz de mago cuyas inseguridades no le permiten realizar sus trucos. Un buen día se embarca en un viaje junto a su amiga Brie y dos soldados llamados Roquefort y Gruyere (también están los argentinos, Muzarella y Provolone), a buscar el diente de la princesa antes de que el villano Rotex lo obtenga para dominar con él la mágica ciudad de Rodencia.
La historia situada en un lugar fantástico y atemporal, remite a las aventuras medievales de Tolkien: la epopeya en busca del objeto preciado articula hechizos, magia y seres especiales. La travesía sucede en un lugar similar a Lima, Perú. El particular bosque, las montañas con viviendas rústicas y personajes con el chullo en la cabeza entre caminos empedrados, son del tipo de Cuzco y remiten sin mencionar al Machu Pichu. Tales diseños de paisajes y personajes, remarcan la región pero evitando ser explícitos en la procedencia. Algo común en estas producciones que buscan la universalidad del argumento para apuntar a un público masivo.
La película dirigida por el argentino David Bisbano y con guión de Raquel Faraoni (quien trabajó para Disney), tiene un cuidado trabajo en el diseño tanto de los paisajes como de los personajes. Además cuenta con un buen uso del 3D que se destaca en la utilización de luces y movimientos de cámara en sus vertiginosas secuencias de persecuciones. Pero la película adquiere frescura al transitar el mundo de los humanos (con partido de futbol incluido) cruzando la épica con una leyenda más local.
Sin embargo, no deja de ser un film de buenos y malos peleando por un tesoro, denominador común de las producciones norteamericanas. Es que Rodencia y el diente de la princesa sigue ése canon, busca la similitud con los taquilleros tanques de Hollywood, y no lo regional en su propuesta.
Así y todo, la película es sumamente entretenida, y logra traer una historia atractiva con un personaje carismático. Un producto que se enmarca con los mismos recursos, entre las películas del cine de animación actual.