“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana”. Esa leyenda apareció por primera vez en pantalla hace casi 40 años y, sin embargo, la saga que la acuña está más viva que nunca: “Star Wars” volvió al ruedo (aunque muchos creemos que jamás dejó de estar presente) con muchos proyectos nuevos, episodios que alargan la trama de los Skywalker y spin-offs que tratan de explicar aquellas cosas que sólo nos imaginábamos.
Esta semana llega “Rogue One: Una Historia De Star Wars”, una especie de prólogo extenso sobre lo que pasaba antes de la escena inicial del primer capítulo de la saga principal. Uno quizás cuando leía el argumento de esta película podía llegar a pensar que era una nueva manera de robar con más extensiones del universo Star Wars, pero este film está tan bien contado y ejecutado que esa opinión previa se esfuma a los minutos de haber empezado.
Nos damos cuenta desde el mismo inicio que es diferente a todo lo mostrado anteriormente, al no tener la clásica cortina de texto con la música de John Williams, y a partir de ahí nos espera un gran viaje de más de 2 horas que no se sienten en lo absoluto. Tratando de destacar todos los aspectos posibles nos encontramos con un elenco maravilloso: Felicity Jones nació para personificar a una rebelde, Diego Luna está muy bien, Mads Mikkelsen hace que se disfrute cada minuto en pantalla, Donnie Yen y Jiang Wen geniales y hasta Alan Tudyk personificando al androide K-2SO, que se roba la película.
La orquesta sinfónica que el director Gareth Edwards eligió para contar esta arista del mundo “Star Wars” es perfecta, tampoco podemos dejar de mencionar todo lo que la película ofrece: Unos efectos especiales que sobrepasan lo visto anteriormente, una música que no se repite a sí misma, unos planos hermosos, momentos que van a quedar en la retina y la gran particularidad de esta entrega: El toque emotivo y maduro que se incluyó.
No recuerdo haber visto una película de “Star Wars” que genere esas sensaciones cerca del final y que tenga un tratamiento tan adulto y único, hasta ahora es para celebrar. Quizás no innove en muchas cosas pero es muy diferente a todo lo visto en la saga y aplaudo esa decisión creativa de principio a fin. No hay que desarrollar nada más. Es una historia que así como arranca, concluye. No hay que explicar más detalles ni profundizar en más aspectos, es una historia que no puede repetirse.
Se está permitido tener miedo ante el spin-off de Han Solo, los futuros episodios que continúan la historia y demás, pero hay que tener fe. El universo de “Star Wars” está en buenas manos. “Rogue One: Una Historia de Star Wars” es distinta, es bella, es emotiva y rompe esquemas. No pueden pedir más.
Puntaje: 5/5