A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS
Algunas franquicias no hacen más que generar expectativas que luego no pueden sostener –como el chasco que se llevó más de uno este año con Escuadrón Suicida- y, como quien se quema con leche, uno va a veces esperando lo peor. Rogue One planta bandera en una de las sagas que más fans cosecha en todo el mundo y muestra que todavía hay mucho por contar.
La historia transcurre entre los episodios III -La venganza de los sith- y IV -Una nueva esperanza-, aunque más cercana a esta última. Explica cómo el grupo de rebeldes consigue los planos de la Estrella de la Muerte –una estación espacial del tamaño de una luna que puede destruir planetas- construida por el Imperio Galáctico para destruir definitivamente a la Alianza Rebelde. Si bien ya se sabe que el equipo tiene éxito –ups, perdón por el spoiler de una película de hace 39 años-, el cómo es lo que da sentido a la película junto con la explicación de algunos detalles de la saga que más inquietan a los fanáticos.
Primero lo importante: es completamente apta para quienes no hayan visto ni siquiera una película de la saga, aunque por supuesto que un mayor conocimiento del universo de Star Wars la hará mucho más disfrutable por poder encontrar detalles y cameos incomprensibles de otra forma. El planteo es sólido y la historia, aunque compleja, es bien llevada por Gareth Edwards (Monsters, Godzilla) y muy entretenida. Peca con algunos clichés, pero es perdonable por lo bien llevado adelante.
El relato rebosa heroísmo por los poros, con personajes dispuestos a llegar a las últimas consecuencias por sus ideales. La más clara es Jyn Erso (Felicity Jones), que es una heroína con motivaciones bien marcadas y con la profundidad necesaria. Cabe agregar, en este sentido, un acierto en afianzar los roles femeninos en la saga como su antecesora El despertar de la fuerza. Los acompañantes de Jyn no se quedan atrás, con el capitán Cassian Andor (Diego Luna) con la firmeza de un soldado convencido de su lucha y un robot K-2SO que es a la vez asistente y alivio cómico no forzado. También se destacan los rivales, donde el Teniente Comandante Orson Krenninc (Ben Mendelsohn) es una extremidad terrorífica del mismísimo Darth Vader que tiene sus propios conflictos dentro del orden militar.
Rogue One explora con mayor profundidad los horrores de la guerra y de la Estrella de la Muerte, los estragos quedan a la vista y también el dolor de los personajes que se enfrentan a un nivel de destrucción antes impensable. Es necesario hacer notar el esfuerzo artístico que, sin dejar atrás el estilo con el que comenzó la saga hace ya casi cuatro décadas, logra impresionar con su belleza. Que no queden dudas: la Fuerza sigue viva y tiene cuerda para rato.
ROGUE ONE: UNA HISTORIA DE STAR WARS
Rogue One: A Star Wars Story. Estados Unidos. 2016.
Dirección: Gareth Edwards. Intérpretes: Felicity Jones, Mads Mikkelsen, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Jiang Wen, Forest Whitaker, Alan Tudyk, Riz Ahmed, Jonathan Aris. Guión: Chris Weitz y Tony Gilroy. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Greig Fraser. Duración: 133 minutos.