Basada en las propias experiencias del director mexicano Alfonso Cuarón, “Roma” cuenta la historia de Cleo, la ama de llaves de una familia (compuesta por cuatro niños y un matrimonio a punto de separarse) que vive en el barrio cuyo nombre es el título del film. Es así como seguiremos las vivencias de la protagonista, quien deberá mediar entre su trabajo y su propia vida.
Filmada en blanco y negro, la película que se estrena hoy exclusivamente en Netflix (y que podrá ser vista en algunos cines) nos muestra un equilibrio entre el sufrimiento y el amor. Tanto la protagonista como el resto de las mujeres adultas deberán transitar por situaciones traumáticas y complejas, al mismo tiempo que tendrán donde apoyarse y razones por las cuales sentirse felices. Existen algunos pasajes muy fuertes, que apelan a los golpes bajos y a conmover al espectador, pero siempre en pos de otorgarnos una historia realista como la vida misma. A pesar del drama, son varios los instantes de comedia, ya sea por los gags humorísticos como también por la inocencia en los diálogos con los más pequeños. Un buen recurso para darle un poco de respiro a la audiencia.
Alrededor de las historias personales también de nos muestra un contexto complejo en México en los años ‘70, con manifestaciones y enfrentamientos violentos en las calles.
Con respecto a los aspectos técnicos, recalcamos nuevamente la utilización del blanco y negro para impactar de una manera particular en el público. Ese drama se ve plasmado tanto en la historia como en la fotografía (dirigida por el mismo Cuarón) y la música utilizada. Tal vez algo un poco negativo del film es el sonido. Se escucha demasiado el ruido ambiente, como si el micrófono captara toda la situación, no solo lo que está pasando frente a nuestros ojos. Esto provoca que algunos diálogos en español se puedan perder o pasar desapercibidos. De todas formas, esto tampoco es una decisión aleatoria del director, sino que también nos muestra el ruido con el que convivimos día a día, no solo de una manera literal sino más que nada metafóricamente.
El elenco está integrado por actores únicamente hispanohablantes, una decisión digna de destacar, porque en Hollywood solemos tener a aquellas personalidades que se hacen pasar por otras nacionalidades o realizan acentos en vez de que busquen contratar intérpretes del país al que representan. Todos se encuentran muy bien en sus papeles, sobre todo las mujeres a las cuales Cuarón quiere homenajear, su madre (protagonizada por Marina de Tavira) y su niñera (Yalitza Aparicio), quienes a pesar de tener personalidades diferentes demuestran su fortaleza y su constante lucha.
En síntesis, “Roma” es una de las películas más personales y sentidas de Alfonso Cuarón, que logra conmovernos y divertirnos al mismo tiempo. Una historia poderosa hasta en los momentos más sencillos, que se fortalece aún más por las actuaciones y sus aspectos técnicos. Una oda al amor, a la vida, a la familia, a la protección.