Rompecabezas

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Con un espíritu tan lúdico como el que expresa el título del film, esta ópera prima de Natalia Smirnoff propone una historia singular, con toques de comedia costumbrista y dotada de curiosas situaciones y deliciosos personajes. Las distintas alternativas de la trama van conformando una mixtura tan atrayente como el placer de lograr ensamblar las piezas de un puzzle. Smirnoff debuta como guionista y realizadora introduciéndose en un mundo desconocido, quizás nunca abordado hasta ahora en la pantalla; el de los adoradores de rompecabezas resueltos sin mirar la ilustración a armar. A partir de este punto de partida la trama descubre la presunta existencia de torneos locales e internacionales en los que se compite por parejas. No vale la pena establecer si son reales o ficticios, sí hacer referencia a que Smirnoff no se conforma con esta extraña indagación sino que también tiene tiempo de hacer una lúcida semblanza de un grupo familiar que precisa oxigenarse. A través del vínculo de la protagonista con sus afectos y con el creciente hobby que la fascina, Rompecabezas avanza con simples y pequeñas anécdotas que sin embargo revelan subtextos y complejidades varias. Con la magnética expresividad de Maria Oneto como protagonista, la película se sostiene en un sólido elenco en el que se destacan Gabriel Goity y Arturo Goetz, excelentes y minuciosos a la hora de elaborar sus roles.