Escrita y dirigida por Roberto Maiocco (Sólo gente, Un minuto de silencio) y protagonizada por el humorista y músico Hugo Varela, Romper el huevo es una comedia drámatica disparatada que parte de una buena idea, pero se queda ahí.
Las ironías de la vida
Hace diez años, Roberto Maiocco leyó en un diario una noticia titulada “3.000 chicos esperan ser adoptados”, y se le ocurrió hacer una película sobre los chicos que esperan todos los días una familia.
Manso (Hugo Varela) es un relojero que lleva 12 años en lista de espera para una adopción (a partir de una promesa que le hizo a su difunta esposa). Un día le llegan los resultados de su chequeo general, tiene leucemia crónica, parece grave. Para Manso, ya no vale la pena adoptar un hijo porque se está por morir. Pero ahora sí, se concreta la adopción y tiene que hacerse cargo de Pollo (Conrado Valenzuela). La película se desarrolla entre los preparativos de Manso para su muerte, qué ataúd elegir, cuál será la formación de los que carguen dicho ataúd, etc., y los intentos por devolver al niño adoptado, que implican realizar un centenar de trámites burocráticos. Pero Manso no está solo, su vecina (Ágata Fresco) lo ayudará a criar a Pollo y a ordenar un poco su vida.
El tema central, al que alude el título, está bastante claro, es salir del cascarón, afrontar la vida, cosa que a Manso le sucede a partir de la irrupción del niño en su vida. “¿Quién adopta a quién?” nos preguntamos por momentos. La verdadera transformación de empezar a tener una familia la tiene Manso, y no el niño. A mi parecer no se termina de entender por qué antes era tan infeliz este hombre (que siempre tuvo amigos y una vecina afectuosa que se preocupaba por él) y sólo ahora que tiene el hijo que siempre esperó, se siente a gusto.
Romper el huevo2
Romper la cáscara
Creo que el problema está principalmente en el guión y en la dirección de actores. Hugo Varela siempre me pareció muy gracioso, y en esta película apenas me saca una sonrisa, y creo que se debe a que está mal dirigido. No obstante, las situaciones en las que intervienen los personajes secundarios se sienten un poco más fluidas y cómicas.
9Además, los diálogos son muy pobres y acartonados, por momentos pareciera que te están explicando la película. Por momentos, la historia se siente forzada. Es una lástima porque la idea me parece muy interesante, como también el contexto en que se desarrolla la historia, repleto de elementos absurdos muy buenos (como un locutor de radio que anuncia los números perdedores de la quiniela en lugar de los ganadores, un médico sin consultorio, funcionarios que cobran multas que le “quitan lo bailado” al infractor), pero le falta algo y no consigue la risa, al menos en mí.
A su vez, la idea de la película se plantea rápidamente y de manera muy clara, pero luego, el conflicto no tiene mucha fuerza, termina de estallar una situación que es muy clara desde el principio. Y lo peor es que de repente, el conflicto se evapora misteriosamente, no se resuelve. Por otro lado, la música es adecuada y acompaña correctamente los distintos momentos de la película, y la fotografía está muy bien.
Conclusión
Romper el huevo parte de una idea interesante pero se queda ahí. El guión y la dirección de actores truncan esta comedia: los diálogos suenan forzados así como las actuaciones de los protagonistas, y la narración deja mucho que desear.