¿Se acuerdan de aquel cine grasa de los 80 y 90? Argumentos pobrísimos, actuaciones deplorables, copias mediocres de seriales estadounidenses y situaciones que bordean lo risible para situarse en el plano de lo bizarro. Esta estética se mantuvo en diversos trabajos durante los años 80 y parte de los 90, hasta que la nueva ola de cine argentino hizo olvidar -para bien o para mal- a la anterior, que buscaba la provocación pero a través de una mirada superficial y decididamente alejada del entretenimiento. Lo que hace Gustavo Cova en Rouge Amargo, es rememorar lo peor del cine noir nacional (con participación mal aprovechada de un ícono de los policiales de los 80 y 90 como es Ruben Stella) con una película que pareciera atrasar al menos unos veinte años en la industria cinematográfica argentina. Al principio, uno podría pensar que Cova está traslando un cómic al cine, porque los encuadres torcidos, la lluvia...