La segunda película de los directores de Little Miss Sunshine es otra comedia dramática, pero esta vez con toques fantásticos en la línea de lo que fue “Más extraño que la ficción”.
El amor, un acto de Magia.
Calvin sufre el tan temido “bloqueo de escritor” y por su falta de sociabilización en un experimento de su psicólogo escribe algo sobre una chica con la sueña seguido. Como por arte de magia, Calvin hace realidad a este personaje e inevitablemente se enamorará de ella, pero cuando las cosas empiezan a fallar, Calvin intentará cambiar a Ruby, pero la vida nos enseña que no podemos cambiar a las personas.
Actos de a dos.
Cuando comienza la película cuesta comprender cómo alguien tan joven como Calvin puede ser tan exitoso, pero esta tan bien narrado que el personaje nos hará entrar a la historia de manera natural. Este film es sorprendente desde el punto del guión, ya que está tan bien contada que no parece que es el primer guión que Zoe Kazan escribe para el cine. Ah, también protagoniza a Ruby, una chica multitasking.
El conflicto en el metraje se da rápidamente, lo que parecía ser solo otra comedia donde el personaje de Calvin (Paul Dano) trata de averiguar los porqués de que Ruby (Zoe Kazan) exista, se convierte en otra película totalmente diferente. Vamos a averiguar problemas más profundos de los personajes, la relación que tiene con su hermano Harry, con su Madre y sobre todo lo que lo une con su padre muerto. Ruby va a ser el personaje que haga que el protagonista pivotee por estos factores de la vida.
Calvin y Harry (hermano y único amigo) se irán dando cuenta que toda cosa que Calvin escribe en su maquina de escribir sobre Ruby se convierte en realidad. Pero esto ira afectando la relación que Ruby tiene con Calvin de manera exponencial , lo que parecía color de rosa se ira convirtiendo en algo para lo que no estaban preparados ninguno de los dos. Esto quizás, es lo mejor con lo que cuenta la película, no detenerse en explicaciones de cómo Ruby apareció en la vida real, sino creando otro universo donde este personaje va a enfrentarse a su creador.
El punto débil de la película se da en una estética muy similar a Little Miss Sunshine, no porque sea mala, sino porque es un recurso más que utilizado para una película con tono independiente, ya sea tanto en fotografía como en música, films como Juno, Adventureland, Charlie Bartlett o inclusive Superbad han explotado estos recursos. Quizás era hora de innovar nuevamente.
Muchas veces se refieren a películas mas livianas como “Chick’s flick” sin embargo podría catalogar esta como una “Guy’s flick”, ya que todo lo que le pasa al personaje tiene que ver con miedos que tenemos los varones cuando terminamos una relación y arrancamos otra.
Conclusión:
Ruby, la chica de mis sueños, es otra incursión exitosa de Jonathan Dayton y Valerie Faris en el mundo cinematográfico, no solo por darle originalidad a una historia que parecía que se había contado antes, sino por enfrentar cuestiones que no todo el mundo se anima a tratar en una comedia romántica. Es un film que da una lección de como con pocos recursos y sin escenas de grandes presupuestos se puede contar una historia genial apoyandose solo en el guión. Ruby está hecha para aquellos que pueden palpar lo bueno y lo malo del amor, porque como dice el Calvin, “No lo sé, es amor, es magia”.