No es del todo original la idea (un novelista crea un personaje para que lo ame y se le vuelve realidad, o algo similar) pero funciona muy bien en esta comedia que trabaja sobre las complejas relaciones entre la realidad y la fantasía. Lo mejor es que lo hace desde un lugar amable y feliz, apuntando a las emociones como herramientas para comprender el mundo. Los actores son, de paso, el mejor elemento de la película, empezando por el protagonista Paul Dano.