Un joven regresa al pueblo en el que sus padres desaparecieron durante la época de la última dictadura militar argentina. Inicia muy pronto una relación amorosa con una chica que, casualmente, es la hija de un personaje siniestro y poderoso con el que, se sabrá en algún momento del relato, tiene una cuenta pendiente. Todo luce artificial en esta película que acumula demasiados trazos gruesos, lugares comunes, diálogos inverosímiles, más de un personaje al borde de la caricatura (algo que ni siquiera pueden resolver actores solventes como Lautaro Delgado, Patricio Contreras y Pompeyo Audivert) y además sobrecarga de giros forzados a una trama policial convencional.