Este film va entremezclando lo policial, el thriller, en medio esta la venganza, la corrupción y el amor prohibido como si fuera la de “Romeo y Julieta” pero en la actualidad y en un pueblo de Argentina. Se encuentra protagonizado por el actor venezolano Gabriel Peralta, (“Román”) y la actriz y modelos Abril Sánchez (“Simona” y “Cien días para enamorarse”).
La trama tiene cierto toque de western pero es en esta época Rudy (Gabriel Peralta) regresa a su pueblo natal, busca vengarse de los asesinos de su padre. El lugar está dominado por Parra (Enrique Liporace, “El jardín de la clase media”) rodeado de matones su hijo Juano (Lautaro Delgado) y un guardaespaldas (Pablo Pinto). Rudy no tiene dentro de sus planes enamorase de Maru (Abril Sánchez), la hija de Parra.
Su pesadilla comienza cuando debe huir con su amada y esconderse, porque ellos esperan un hijo, termina trabajando en la pizzería de Sayago (Pompeyo Audivert), un lugar que además tiene algo de club nocturno y un negocio clandestino donde se práctica jugar a la ruleta rusa con un arma, todas las noches alguien encuentra la muerte, el maestro de ceremonias (Matías Marmorato), Sayago llena sus bolsillos y es Rudy, tentado por una importante suma de dinero.
Una película de género con un guión muy flojo, donde se entrecruzan historias, va mezclando distintos géneros pero con algunos buenos actores desaprovechados, otros actores sin matices, sin expresión ni en su cuerpo, ni rostro, bastante inexpresivos y personajes poco creíbles, situaciones inverosímiles, sin sorpresas, lenta, predecible y aburrida.