La historia como materia prima
Rush: Pasión y Gloria cuenta con una ventaja de antemano que no todas las películas tienen: una estupenda historia para contar. Es casi obvio decir que las hazañas deportivas tienen ese toque especial que las hace particularmente atractivas pero también es cierto que no siempre el cine les hace justicia, ya sea porque algunas veces las historias se cuentan mal o porque muchas veces las proezas, sean del deporte que sean, parecen ser la misma en la pantalla de cine. Rush: Pasión y Gloria se destaca pues en ambos aspectos, tanto desde su espectacular producción como desde el enfoque narrativo, sin dudas diferente a lo que solemos ver. Porque aquí lo que se cuenta es la historia de un Campeonato Mundial de Formula 1, pero el realizador Ron Howard no elige un protagonista sino que propone a dos coprotagonistas en paralelo, sin que ninguno sea héroe y ninguno sea villano, logrando así una narración más fluida y menos convencional...