El documental examina la temprana escena Punk DIY en la capital de la Nación. Fue una década en la que bandas originarias como Bad Brains, Minor Threat, Government Issue, Scream, Void, Faith, Rites of Spring, Marginal Man, Fugazi y otras tantas, lanzaron sus propios discos y agendaban sus propios shows, sin contratos de las disqueras más grandes ni la aprobación de los medios más importantes. Este contexto fue un hito cultural anterior a la explosión de la música alternativa de la década de 1990 (y posterior implosión de la industria). Treinta años después, el espíritu del punk DIY original sirve como un recordatorio de la esperanza de la juventud, el poder de la comunidad y la fuerza de la convicción.