El documental se centra en las vivencias de las mujeres que ejercen o ejercieron la prostitución, mediante un relato coral narrado por sus protagonistas, frente a una cámara que actúa de acompañante y de guía en toda la película. De esta manera, sin la utilización de una voz en off, se busca la construcción de un cine de transparencia, que se desarrolla solo mediante los testimonios.