Divertida sátira-homenaje de los Coen al viejo Hollywood
Décadas despues de "Barton Fink", los hermanos Coen vuelven al estudio de cine imaginario Capitol Pictures, esta vez para enfocar los problemas cotidianos de un personaje real, Eddie Mannix, el ejecutivo de la MGM especializado en arreglar los escándalos provocados por la vida disipada de sus astros y estrellas.
Josh Brolin es Mannix, retratado por los Coen como una especie de buen samaritano hollywoodense cuyo principal pecado, según cuenta en el confesionario a un cura un poco cansado de tanta confesión insustanciosa, es mentirle a su esposa con respecto a haber dejado de fumar. Mannix debe tratar, entre otras cosas, con el embarazo de la estrella de musicales acuáticos, el secuestro de un famoso actor que protagoniza una superproducción épica estilo "Ben Hur", e incluso con problemas menores, como los de un monosilábico actor de westerns para componer un dandy de clase alta a las órdenes de un refinadísimo director. Sin olvidar a dos hermanas gemelas que escriben chismes hollywoodenses y se odian mutuamente.
En medio de estas y otras subtramas hay escenas muy divertidas y con una increíble riqueza visual, que recuerdan grandes comedias de los Coen como "Educando a Arizona" y "El gran Lebowski", empezando por dos o tres parodias de los musicales de Busby Berkeley, y todas las variantes de cine dentro del cine planteadas en un film con más referencias de las que el ojo más cinéfilo pueda reconocer a simple vista, de Cecil B. DeMille a Esther Williams.
Pero a diferencia de las mejores comedias de los hermanos Coen, aquí falta un guión que logre enfocarse en una historia realmente concreta y coherente. Dado que lo lógico es medir una película por la excelencia de películas como "Fargo" o "Miller's Crossing", la verdad es que con todos sus momentos geniales aislados esta nueva comedia casi es un fiasco, con un argumento que por momentos no sabe bien qué dirección tomar.
Claro que un semifiasco de los hermanos Coen puede ser lo mejor que se haya estrenado en nuestros cines en varias semanas, y basta mencionar el intermitente brillo del impactante elenco (en el que se lucen la acuática Scarlett Johansson y el cowboy Alden Ehrenreich) como una de las muchas razones que justifican el precio de la entrada.