En ¡Salve César! los hermanos Coen retoman el género de la comedia para brindar una divertida sátira del cine hollywoodense de posguerra.
Los directores eligieron un período histórico muy interesante en el que este arte sufrió una gran crisis debido a la aparición de la televisión.
En consecuencia, la audiencia en las salas decayó a niveles que no tenían precedentes y muchos realizadores pasaron a trabajar en este nuevo medio que empezaba a surgir por aquellos días.
Para mantener los espectadores en el cine, los grandes estudios apostaron a los espectáculos épicos y extravagantes, donde primaron las superproducciones bíblicas (como Ben-Hur y Los Diez Mandamientos) y los musicales de Esther Williams y Fred Astaire.
En este contexto se desarrolla la vida laboral de Eddie Mannix (un excelente Josh Brolin), quien se destaca como uno de los directivos del estudio Capitol Pictures.
Durante una estresante jornada Mannix debe lidiar con varios problemas en su trabajo. El embarazo de una estrella soltera de nado sincronizado (Scarlett Johansson) y el misterioso secuestro de uno de los actores principales del estudio (George Clooney) a cargo de una célula comunista.
Aunque tal vez esta película no quede en el recuerdo entre las mejores comedias de los Coen, no deja de ser una muy buena propuesta de los directores por el modo en que abordaron esta temática.
¡Salve César! es un film que probablemente será más apreciado por los amantes del cine clásico hollywoodense, debido al retrato que se hace de esta era tan particular que vivió la producción norteamericana a comienzos de los años ´50.
La película aborda con humor temas interesantes como el detrás de escena de las grandes producciones y el impacto que la Guerra Fría comenzaba a tener en este arte en ese momento.
Si bien el conflicto central no es tan fuerte como el de otras comedias de los Coen, la película tiene numerosos momentos divertidos donde sobresalen pequeñas participaciones de grandes actores como Ralph Fiennes, Francis McDormand y muy especialmente Tilda Swinton.
La gran revelación de esta película resultó Alden Ehereinch, un actor recordado por su horrenda interpretación en el fiasco juvenil Hermosas criaturas, quien acá sobresale como una estrella del western.
Ehereinch tiene muy buenos momentos en esta película y termina siendo una de las figuras más destacadas del reparto. Lo mismo se puede decir de Channing Tatum, quien sorprende en una muy buena secuencia musical que evoca las películas clásicas de Fred Astaire.
Si hubiera que resaltar la mayor virtud de ¡Salve César! creo que en este caso no pasa por el guión que escribieron los Coen, sino por la puesta en escena que ofrecieron los directores en esta producción.
Desde los aspectos visuales el film es impecable por el modo en que se reconstruye el tipo de cine que se hacía en aquellos días, como los westerns, los musicales y las historias bíblicas, que acá brindan escenas magníficas.
Reitero, para el público más cinéfilo el nuevo film de los hermanos Coen es una propuesta interesante que merece su visión.