Hollywood tiene una suerte de sub-género autorreferencial en el cual disfruta de contar historias que pasan o pasaron tras bambalinas de sus propios estudios. Joel y Ethan Coen sin demasiado esfuerzo y con sus colaboradores habituales delante y detrás de cámara, despliegan su destreza para llevar la romantizada historia de un típico productor de la industria de cine más prolífica de los años 50. Los seguidores del exquisito y complejo cine de los hermanos Coen encontrarán semblanzas en Barton Fink, pero solo desde la temática. Salve, Cesar! tiene un tono completamente distinto y resulta ser una cinta mucho más directa y sencilla que aquella liada historia de cine dentro del cine.
Repleta de homenajes y sátiras a películas clásicas de la época dorada de los estudios (justo al comienzo de su competencia con la televisión y en pleno conflicto Macartista), los hermanos Coen se las arreglan para mezclar su propia película con las otras producciones que se realizan en los estudios en donde sucede la acción principal, dando como resultado varias historias dentro de una sola. Los westerns, musicales, dramas de sociedad y por supuesto la gran epopeya a lo Ben-Hur a la cual remite el título, interrumpen la narración demostrando lo todo terreno que son los realizadores. Y además es la excusa perfecta para que cameos de la talla de Scarlett Johansson, Ralph Fiennes, Tilda Swinton, Frances McDormand, Jonah Hill y Channing Tatum (entre otros) se paseen por los estudios de Capitol Pictures.
Lejos de alcanzar los picos más altos de la extensa filmografía de acaso los realizadores más interesantes de los últimos 30 años, Salve, Cesar! resulta una película muy fácil de disfrutar por su amplio despliegue acompañado por el circulo de virtuosos que siempre acompañan a Joel y Ethan Coen.