Sammy y su mejor amigo, Ray, curtidos ya en alguna que otra batalla, están listos para pasar el testigo a la generación siguiente, encarnada en los recién nacidos Ricky y Ella. Apenas empiezan a dar sus primeros aleteos en el gran océano, unos pescadores furtivos los capturan y los envían a un acuario en Dubái. Sin perder un instante, organizan una especie de ejército y elaboran un plan de fuga. Al otro lado de la barrera, Ricky y Ella preparan otro plan para salvar a sus padres. Los espectadores, por tanto, presenciarán el despliegue de toda una multitud de especímenes acuáticos: tortugas, peces, bogavantes, caballitos de mar y, no podían faltar, pingüinos.