Sanctum

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

EL DESCENSO

Filmada con la misma tecnología que "Avatar" y producida por James Cameron, "Sanctum" es una película que vale destacar todo su despliegue visual, en especial el trabajo de fotografía y la utilización del 3D como fuente dramático, pero que falla en una simple cuestión: el guión es superficial, está lleno de diálogos atroces y una carencia de creatividad y de suspenso que convierten a esta cinta en una experiencia pasajera, poco profunda y, por sobretodas las cosas, absurda e incoherente.

Una expedición por descubrir caminos nunca antes vistos por el ojo humano se convierte, para un grupo de especialistas, en la experiencia más traumática de sus vidas cuando, de repente, una tormenta acecha el lugar y el mismo comienza a inundarse. Están atrapados bajo tierra, con poco aire y con ganas de sobrevivir.

La primer característica que se asoma de esta película es la calidad con la que la misma fue filmada. Comenzando con unos planos vistos desde el ángulo de un helicóptero y su respectivo viaje por un frondoso lugar, la fotografía, a partir de ese momento, empieza a tener protagonismo y a ser uno de los pocos atractivos interesantes de esta propuesta. Es así como, mientras los minutos van pasando, el desarrollo de la historia va permitiendo la visión de diferentes tomas que fueron filmadas con belleza y otras que fueron creadas por computadora muy realistas y, al mismo tiempo, que mantienen un estilo monumental y rústico perfecto. Las escenas bajo el agua; los momentos claustrofóbicos entre las rocas; las secuencias de acción, en las que los personajes tienen que tratar de sobrevivir a los diferentes accidentes naturales de las cuevas y la utilización de la tecnología en tres dimensiones como atractivo principal de muchos de esos momentos, están muy bien logrados, y sin duda alguna, son lo mejor de esta película. Vale la pena aclarar que la profundidad que el 3D aquí propone es mucho mejor que la gran mayoría de las cintas estrenadas últimamente y la labor realizada con los diferentes objetos que se acercan a la cara del espectador, aunque son pocos, no están forzados y son muy naturales.

Ahora bien, "Sanctum" tiene un problema que aparece ni bien la película comienza. Cuando los personajes comienzan a hablar interrumpen y empeoran el disfrute de la historia, ya que el guión posee diálogos que parecen haber sido escritos con rapidez y sin pensar, se dicen sentimientos obvios, no hay un desarrollo en absoluto del espíritu por la supervivencia que en todo momento los personajes quieren aparentar tener y, en especial, el planteamiento de las identidades de cada uno de los roles es nulo, a tal punto que no se crean emociones ni sentimientos que logren atrapar al espectador y hacerlo tomar partida por uno de ellos. Hay muchas situaciones que no tienen explicación, como la rivalidad entre el padre y el hijo o simplemente justificar con un poco mas de intensidad el objetivo de dicha expedición; son demasiados los momentos que desarrollan estereotipos y lugares comunes, la gran mayoría de los diálogos parecen haber sido sacados de todo tipo de películas y juntados aquí, formando una especie de bola de previsibilidad y clichés cansadora y tonta; no se expresan los sentimientos de cada uno de los personajes con soltura (ese final peleándose es vergonzoso) y, principalmente, no hay una intensión por hacer de esta película un film cuyo guión sea igual de entretenido y original que el desarrollo visual que propone.

Las actuaciones son muy regulares, los intérpretes no lograron encontrarle la manera para que el guión pueda tornarse creíble y que sus personajes tengan emoción. La transformación de Ioan Gruffudd, en cierto momento, no solo está mal actuada, sino que es una de esas situaciones en las que el espectador no sabe cómo reaccionar, porque no se entiende; Rhys Wakefield (Josh), carece de sentimiento. Su papel es el más importante y el que más tendría que llegar al público, principalmente por los cambios internos que hace, pero no lo logra y sobreactúa en muchas oportunidades. Richard Roxburgh (Frank), está muy mal al comienzo, la rudeza de su personaje no se entiende, pero mientras los minutos van pasando, va mejorando. Cabe destacar que los principales inconvenientes de las actuaciones se deben al irregular libreto que les tocó interpretar y a los sucesivos e inverosímiles cambios emocionales que estos hacen.

"Sanctum" es, junto a "Piraña II", aunque allí fue el director y aquí solo el productor, la peor película que lleva el nombre de James Cameron en su póster. Una cinta con un guión mal escrito, con un atractivo visual muy bien logrado, pero con una carencia de sentimientos y de emociones que molesta y que la convierten en una cinta previsible y poco creíble.

UNA ESCENA A DESTACAR: la pelea cerca del final (el momento más ridículo de la cinta).