“Sangre Blanca” es una película dirigida y escrita por Bárbara Sarasola-Day. Está protagonizada por Eva de Dominici y Alejandro Awada. La historia trata sobre una joven (Eva de Dominici) que debe recurrir a su padre (Alejandro Awada) después de involucrarse en un grave problema. Él deberá tomar la decisión de ayudarla o de seguir con su vida.
La historia que nos presenta la directora es bastante simple, a tal punto de ser innecesario que su duración supere la hora y media. Lamentablemente es una trama sin tanta repercusión para el espectador como para que luego se hable de ella. Tiene muy poca tensión y suspenso para lo que puede prometer esta cinta. Aunque sí tiene el suficiente drama para pasar la prueba.
Podemos ver que hay muchas escenas de relleno, donde hay planos largos que no expresan nada y luego escenas donde los personajes tratan de interactuar muy pobremente haciendo por momentos pausas muy incómodas y que no llevan a nada. La historia pudo haber estado más simplificada, ya que en determinadas escenas parece que a la protagonista no le afecta tanto el conflicto y lo que le pueda llegar a pasar.
No hay tanta gama de personajes, solo está reducida a las interpretaciones de Eva de Dominici y Alejandro Awada, que resultan ser personajes olvidables; no llegan a mostrar un símbolo o un mensaje para el espectador. Si nos basamos en la actuación, Eva logra representar a la chica joven que está en apuros y necesita la ayuda de un mayor. En cuanto a la química entre Alejandro y Eva, y la problemática en la trama de la relación hija-padre, queda en la nada misma. Los personajes secundarios y terciarios son muy innecesarios, no logran ser interesantes ni para el espectador ni para los propios protagonistas.
En resumen, “Sangre Blanca” es una película con una trama pobre que logra estirarse hasta la hora y media causando la mayor parte del tiempo aburrimiento al espectador y muy pocos momentos interesantes.