Para todos los cinéfilos Moretti significa comedia y política, con un toque personal, a veces narcisista, que lo lanza al centro protagónico de sus películas. En Santiago, Italia, su presencia en el cuadro es casi inexistente. Al inicio se lo ve contemplando Santiago desde una zona montañosa, su voz en fuera de campo surge en alguna escena y tiene una acertada aparición en un diálogo con un militar de poca relevancia castrense, aún preso, que glosa lo que en Argentina se conceptualizó como “teoría de los dos demonios”. Respetuosamente, Moretti le explica a su entrevistado: “Yo no soy imparcial”.