El innegable gran educador, hombre de estado y escritor tiene en este film un protagonismo especial, ya que la propuesta fundamental de Sarmiento, un acto inolvidable es poner en primer plano su relevancia como figura histórica de la patria. Reconocido por los progresos que llevo adelante en el campo educativo, el autor de Facundo o Civilización y barbarie es sin dudas un prócer controvertido, más por sus ideas que por su obra. Es precisamente lo que el director sanjuanino Pepe De La Colina pone en el tapete en su film, apelando a diversos recursos expresivos en los que alterna situaciones del presente con otras de la historia sarmientina combinadas con un toque fantástico. Elementos que conviven en una trama en la que una maestra, encargada de la realización de un acto alusivo, recibirá una fantasmal sorpresa, a la que se suma una módica vuelta de tuerca en el final. El afán reivindicatorio del director se hace ostensible a través de un profesor de historia que cuestiona severa y maniqueamente a Sarmiento, por cuanto, más que homenajearlo sin retaceos, De La Colina cae en un discurso enfático y por momentos burdo que no favorece sus objetivos. La discreta labor del elenco tampoco ayuda, pero de todos modos el esfuerzo puesto en juego en la ambientación y algunas ideas pueden atraer a quienes se interesen en nuestra historia.