Satanic es la última entrada de terror en el género de “estúpidos adolescentes hacen cosas estúpidas y mueren”. La diferencia acá es que la premisa era, en algún punto, prometedora. Los Ángeles tiene una larga historia de crímenes y ocultismo, entre la secta de Charles Manson y las iglesias fundadas por Anton LaVey (el Papa Negro).
El guión potencialmente podría haber explorado alguno de los espacios más sórdidos de la ciudad, dentro de una propuesta de slasher sobrenatural. No sólo no lo hace, sino que además falla en vincular temáticamente algunas ideas que, en principio, se esbozan y son hasta interesantes. El comienzo brinda situaciones atractivas, pero pronto se desvanece en la nada.
Terrorífica por las razones equivocadas
SatanicLo cierto es que Satanic no asusta por el terror, sino por la abundacia de clichés, personajes absolutamente detestables, actuaciones mediocres y un guión lleno de inconsistencias. Todo esto hace que se trate de un relato de terror poco memorable.
Dentro del elenco, la única pasable es Sophie Dalah, que tiene un rol creíble al menos. La protagonista es Chloe (Sarah Hyland) quien probablemente esté muy contenta de todavía contar con Modern Family. Su personaje se limita a abrir mucho los ojos y gritar.
Dos cosas me molestaron especialmente de la película. La primera fue la enorme cantidad de decisiones estúpidas que toma el grupo. La segunda: la evidente inconsistencia de la trama. Veamos un ejemplo. En un momento dado, uno de los del grupo (David) comenta que su primo les dejó una casa para pasar la noche. Cuando le preguntan donde está ubicada, él responde “no sé, nunca estuve ahí”.
Sin embargo, al llegar, Elise consulta dónde está el baño y él contesta, confiado, “el pasillo del fondo a la derecha”. ¿CÓMO? ¿No era que nunca habías estado? Este tipo de cosas abundan en la película y la hacen irritante.
La historia en sí no es del todo mala. Se deja ver y en ocasiones tiene momentos logrados de tensión. Una particularidad es que las muertes nunca se ven, sino que los personajes van desapareciendo poco a poco. Eso no me pareció malo, y hasta es una forma efectiva de ahorrar plata. Hay un giro argumental en particular que encontré moderadamente ingenioso, si bien era algo que ya había visto mejor logrado en otras historias. Me refiero a un escena en la que la protagonista mira por la ventana dentro de una fábrica abandonada.
Conclusiones:
El gran problema con Satanic no es que sea la típica película de adolescentes asesinados por entes sobrenaturales, sino que es tan genérica que no agrega nada nuevo al tema. En un año que, en materia de terror, ya nos dio obras como Hush, Before I Wake y –muy especialmente– The Witch, Satanic es una obra para el olvido y apenas tolerable. Una lástima, porque la premisa tenía cierto potencial. Por lo menos es cortita.