Satori Sur toma como eje narrativo esa correspondencia, al mismo tiempo que festeja los 80 años de un Grinberg rodeado de recuerdos, textos inéditos, libros nunca escritos y apuntes existenciales –todo eso a lo que él mismo llama “momentos de vacío de alma”–, y describe su historia personal y sus logros periodísticos y artísticos. “Todos nuestros amigos se han ido y nosotros estamos acá”, le dice Mekas poco tiempo antes de morir. El propio Grinberg corregirá después ese error del universo: “Somos indestructibles”.