Usted ya sabe de qué se trata: otro conjunto de parodias veloces de películas de terror que parecen diseñados no a partir de mirar films y entenderlos sino de espiar un rato los trailers. Como suele suceder en estos casos, se parece más a un programa de sketches televisivo que a una obra cinematográfica, incluso a una obra cinematográfica mala. Por cierto, muchos chistes son efectivos, pero a la larga es como estar al lado del alma de la fiesta, que en seguida se pone pesado.