Lo que alguna vez fue divertido en la saga Scary Movie ha desaparecido completamente. Lejos quedó la parodia original de la primera entrega o la reinvención del humor absurdo en la tercera parte, gracias a la dirección de David Zucker. Este supo entretener en los años '80 a la platea con sus inolvidables Airplane!, Top Secret! y la brutal The Naked Gun, pero tal parece que su toque humorístico ha ido desapareciendo con el tiempo. Scary Movie 5 es un título pobrísimo, que apela a engañar a su propia platea insistiendo en figuras escandalosas del medio y en parodias a media cocción de recientes películas de horror que nunca terminan de funcionar.
Scary Movie 4 era mala pero tenía buenos momentos gracias al candor incansable de Anna Faris. Aquí tenemos una especie de reimaginación del personaje en la jovial Ashley Tisdale y, aunque el material del guión de Zucker es preocupante, al menos Faris hubiese salido airosa. La ex High School Musical no es la veterana humorista y la química con la nueva mejor amiga negra -Erica Ash- es inexistente. Regina Hall tampoco se hace presente, por lo que ese asomo de gracia entre las dos protagonistas, nunca aparece. Las parodias principales de esta maldición de película son la ya gastada Paranormal Activity, Mama y Black Swan. Sin ánimos de defender, la reciente A Haunted House hizo un mejor trabajo parodiando a la saga del found footage, aún siendo una película mala.
¿Tiene algo de gracioso que todo el tiempo, cuando se agotan los pocos trucos bajo la manga del film, se nos recuerde a figuras polémicas del ambiente? Desde la escena inicial con Charlie Sheen y Lindsay Lohan -prometía la unión y nada- hasta los guiños a Fifty Shades of Grey, Honey Boo Boo y Tyler Perry's Madea, Scary Movie 5 parece un mal rejunte, una de esas producciones que nunca llegarían al cine a menos que el sólo nombre de la saga pudiera atraer a algún incauto a la sala. ¿Recuerdan las Epic Movie, Superhero Movie, Date Movie? Bueno, en ese nivel y aún más bajo está esta quinta entrega, que mancilla el nombre de lo ya mancillado. ¿Se puede caer más bajo que esto? Pregúntenle al director Malcolm D. Lee cómo se hace.
Que una película como Scary Movie 5 llegue al fin de sus 86 minutos de metraje es una bendición por partida doble. Primero porque ha terminado el sufrimiento, pero en segundo lugar, para ver los bloopers en los créditos, el momento en el que esta se vuelve divertida. Un detalle que llama la atención en el peor sentido, que lo mejor venga cuando todo ha terminado.