Anexo de crítica: El mérito de esta cuarta parte de la franquicia que recupera a Wes Craven en la dirección y al guionista Kevin Williamson llega por partida doble: una verosímil recuperación de historias y personajes de los orígenes y la introducción de los elementos que definen nuestro tiempo como los celulares, internet, la frivolización de la realidad desde los medios de comunicación y la desacralización de la muerte como un hecho aberrante, idea que arrastra la franquicia de El juego del miedo, film que en este caso aparece parodiado desde lo conceptual y forma parte del blanco predilecto de los creadores de Scream para lanzar sus críticas mordaces...