Desgarradora y necesaria película de Misael Bustos que intenta reflejar el verdadero significado de la palabra “apropiación” que tras la dictadura sólo refiere a los niños y niñas robados y reubicados en familias, generalmente, asociadas a las fuerzas.
La trata de personas, de niños, el valor puesto a la vida humana, en cuatro casos que hablan de los hombres y su imposibilidad de progresar ante la falta de horizonte y expectativas, relegando el cuidado de sus hijos en terceros o al mejor postor. Un film que visibiliza.