George Clooney siempre fue un hombre comprometido tanto delante como detrás de cámaras y si en “Syriana” (2005) denunció los negociados turbios con el petróleo en este, su cuarto largometraje como director, vuelve a la carga pero contra el sistema político estadounidense. Sin embargo, “Secretos de Estado” no se trata tanto sobre la política en sí misma ni sobre los políticos, sino sobre como el sistema puede corromper hasta lo más profundo de un ser humano hasta volverlo irreconocible y hacerlo realizar actos que nunca hubiera hecho. Una historia atrapante y un elenco con el que cualquier director soñaría poder trabajar son solo algunos condimentos que hacen de esta película una de las mejores del año. Y eso que recién estamos empezando.
El mundo de la política es muy traicionero y el secretario de prensa Stephen Meyers (Ryan Gosling) aprenderá una valiosa lección. El marco de la historia transcurre durante las elecciones primarias del partido Demócrata en Ohio, pero esta no es una elección menor ya que el ganador será quien represente al partido en las presidenciales. Pullman (Michael Mantell) y el gobernador Mike Morris (George Clooney) están en una competencia reñida cuando Tom Duffy (Paul Giamatti), en un intento por robarle el codiciado secretario de prensa a Morris, se reúne en secreto con Stephen para convencerlo de que se cambie de bando. Stephen es un joven idealista y cree firmemente que Morris cambiará el país para mejor, pero todo se complica cuando alguien se entera de su reunión con Duffy y Stephen se ve involucrado en un escándalo que amenaza con poner en riesgo las posibilidades de su candidato. A partir de allí sus ideales se pondrán a prueba y la historia se pondrá más interesante aún cuando la situación se vuelva personal para el personaje de Gosling.
En “Secretos de Estado” cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia, ya que Clooney no solo pinta muy bien el paisaje político y sus sucios manejos sino que también utiliza ciertas imágenes que son reconocibles para el público, como por ejemplo el famoso diseño que Obama utilizó en su campaña de 2008. Aunque, para ser justos, la historia jamás toma partido por una rama ideológica en especial sino que se dedica a contar la historia sin una bajada de línea específica y quizás por eso sea tan interesante. En cuanto a las actuaciones es difícil destacar a alguien cuando se tiene un elenco tan rico y talentoso, sin embargo, creo que Ryan Gosling aquí da un salto de calidad. Como actor, Gosling rinde tanto en una comedia liviana como en una película romántica o un drama como este, además, después de verlo en Drive (film que veremos más adelante) es un actor para tener en cuenta. Por otra parte, Clooney, Giamatti, Philip Seymour Hoffman y Marisa Tomei también demuestran porqué forman parte de la elite de Hollywood con actuaciones muy sólidas.
“Secretos de Estado” es una película que atrapa de principio a fin, con una dirección perfecta y unos intérpretes de lujo que hacen de este film una gran historia digna de ver. También es casi seguro que la veamos compitiendo en varias categorías en los Oscar, ya que viene haciendo mucho ruido en las premiaciones en el exterior. Mi voto, sin duda alguna, va para Clooney y compañía.