Anexo de crítica: La historia principal de Secretos de estado demora en arrancar y no es precisamente atrapante hasta el último acto pero allí donde el guión falla prevalecen los actores con personajes muy bien definidos. La descripción de una campaña política, con su compendio de agachadas, traciones y lealtades puestas a prueba de manera constante, compensan cierta debilidad argumental que levanta el nivel en dramatismo más avanzada la trama pero nunca en originalidad. Es una de esas películas en la que casi todos los personajes de peso son seres humanos cínicos y poco edificantes: la radiografía que efectúa George Clooney es impiadosa y nada mejor que la formidable máscara de Ryan Gosling para hacer llegar su mensaje desolador. De todos modos se trata de la película menos interesante realizada por el actor, director, productor y guionista hasta la fecha…-