Para todos aquellos que siguen viendo en George Clooney al simple galán de aquella recordada serie E.R. (asombra que cada año ingrese en alguna que otra lista de los más sexies del planeta), tengo el agrado de decirles que estamos ante la confirmación de un nuevo sujeto; mucho más comprometido social y políticamente. Compromiso que ya venía dando sus primeros indicios en películas como "Syriana", "Buenas noches y buena suerte" y "Michael Clayton".
Con "Secretos de Estado" se puede decir que se tira de cabeza a la pileta al asumir los múltiples roles de actuar, escribir el guión, producir y dirigir. Y el resultado no podía haber sido mejor. Un mes atrás veíamos como Garry Marshall reunía más de una docena de estrellas y las desperdiciaba por completo en la mediocre "Año nuevo". Acá Clooney junta solo la mitad y logra el milagro: un film perfecto a nivel actoral.
"The Ides of March", título original del film, cuenta las campañas primarias de dos candidatos del partido demócrata (aquí no hay republicanos) de los Estados Unidos. El gobernador de Pensylvania Mike Morris (George Clooney) y el senador Ted Pullman. Y la lucha de ambos, o más bien de sus respectivos jefes de prensa, por conseguir los votos del estado de Ohio, ya que de lograrlo, sería el primer y casi seguro pase a la Casa Blanca. Pero como todos sabemos, nada en la política es completamente honesto. Y ahí es cuando comienza realmente a tejerse el hilo del film. Ryan Gosling ( excelente, se devora la pantalla con cada palabra, mirada o gesto en todas las escenas en las que aparece, y prácticamente se puede decir que no hay una sola en todo el film en la que no esté presente) interpreta a Stephen Meyers, secretario de prensa de Morris (muy bien Clooney, aunque prefiero dejarle el mérito de la dirección, que es impecable). Meyers es tan engreído y confiado en sí mismo y en su candidato que da por sentado que, no sólo va a ganar las internas, sinó que va a ser el próximo presidente de su país. además no está solo, sino que cuenta con la ayuda del jefe de campaña, el impulsivo e idealista Paul Zara (un gran Phillip Seymour Hoffman, como siempre), dispuesto a sacrificar todo en pos de la misma.
Dos factores desencadenantes harán que Meyers se replantee si está en el camino correcto y le abrirán los ojos en más de un sentido. Primero cuando entre en escena Tom Duffy (otro gran papel para Paul Giamatti), tentándolo a cambiar de bando, ya que es quien maneja los hilos de la campaña del senador Pullman. Y segundo cuando comience una relación amorosa con Molly Stearns (muy sólida Evan Rachel Wood), una joven que trabaja en su comité, con la que compartirá información y a la que le descubrirá un secreto que hará que todo a su alrededor se derrumbe por completo, mostrándole la otra (verdadera) cara de Morris.
El manejo de la prensa es tan importante, que no se puede dejar de mencionar a la increíble Marisa Tomei, que apenas con tres breves apariciones, logra una actuación brillante interpretando a una periodista sin escrúpulos ni moral con tal de tener su primicia. Muchos periodistas acreditados van a tildar a este film de políticamente correcto. Para mí, más que eso, es una excelente película, con un gran guión, dirección y actuaciones increíbles. Gran inicio de la temporada alta de títulos fuertes con Clooney a la cabeza.