Luego de la muerte de su madre, cuatro hermanos están obligados a refugiarse en una antigua casa hasta que el mayor de ellos cumpla 21 años y pueda hacerse cargo del resto, y logren mantenerse unidos. A partir de entonces, las cosas empiezan a empeorar y los espíritus de la casa aparecen. Esta producción de Sergio Sánchez (guionista de El orfanato, Lo imposible y Palmeras en la nieve) se lanza como el primer proyecto escrito y dirigido por él, en busca de crear una historia de suspenso que mantenga a los espectadores en el borde de su asiento.
Secretos ocultos nos trae a la pantalla grande actores que ya teníamos vistos de otras películas o serie: Charlie Heaton (Stranger Things), George MacKay (Capitán Fantástico), Anya Taylor-Joy (La bruja) y Mia Goth (La cura siniestra); y les da una vuelta de tuerca sus personajes. Las actuaciones de los cuatro hermanos protagonistas es lo mejor con lo que cuenta la película, muestra otra faceta de estos actores y actrices.
Otro aspecto para destacar es el despliegue técnico de la película. Se nota que Secretos ocultos tuvo un gran presupuesto ya que lo que respecta a lo audiovisual es impecable. Todo parece estar medido a la perfección y tiene una fuerza visual que sorprende.
Sánchez logra entrelazar diferentes géneros, la historia es una mezcla entre un drama familiar, una historia de terror y lo supernatural. La película tiene un primer acto muy fuerte y consistente pero todo se desmorona hacia el final. El desenlace arruina todo lo que fue creando la película desde el comienzo.
Si bien Secretos ocultos cae en algunos clichés de las películas con fenómenos paranormales como los espíritus, crea un suspenso que se mantiene a flote gracias a las actuaciones de los personajes y la fotografía más que el guion. Hacia el final, el guión decae y deja al espectador con sentimientos encontrados.