El guionista de El Orfanato, el asturiano Sergio Sánchez, dirige su primer largo en la línea de los clásicos films de fantasmas en casas con secretos. Una familia, tres hijos y una madre, se instala en un caserón en el campo decididos a borrar el pasado, casi literalmente, y empezar de nuevo. Está claro que algo terrible les pasó, algo que no termina de irse: mantienen tapado un gran espejo, disimulan una mancha de humedad sospechosa en el techo, acceden a extraños tesoros ocultos que les permiten sobrevivir. Aislados de todo excepto por el vínculo con una vecina, interpretada por Anya Taylor-Joy, la estupenda actriz de La Bruja, que es medio argentina.
Pero nada es lo que parece en Secretos Ocultos, gentileza de una serie de vueltas de tuerca que terminan por dejar al espectador por el camino, sobre una historia cada vez menos verosímil. Ni de fantasmas, ni de casa embrujada, sino drama. O mejor dicho, todo eso junto es Marrowbone, tal su título en inglés. El que mucho abarca poco aprieta o, al menos en este caso, la pretensión de sumar esos registros termina por anular el potencial de cada uno. Secretos Ocultos, a pesar de la belleza de sus imágenes y de su muy buen elenco, que incluye al intenso Charlie "Stranger Things" Eaton, amaga con asustar y no asusta, con conmover y no conmueve. Una experiencia frustrante.