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Crítica de Santiago García - Leer Cine

Una chica tiene sueños de fama y llega a la ciudad a trabajar de bailarina, luego de que un empresario de relaciones públicas le promete ser su manager. Se transforman en amantes mientras él la instala en un lujoso departamento y la contacta con distintos poderosos para que alcance la fama buscada. En paralelo, un periodista de investigación busca la noticia que le permita salir de la decadencia en la que se encuentra. La televisión ya no busca la clase de periodismo que él hace. Los tres personajes se cruzarán y entrarán en una trama de poder, tráfico de influencias y sexo.

La película no ofrece una sola escena que no sea un lugar común o algo ya visto. Ninguno de los roles principales va más allá de una caricatura y las actuaciones están afectadas por la misma simpleza obvia. Cuando la película busca ser un policial, es mediocre, cuando intenta decir algo importante, empeora. A pesar de los elementos reales que expone, todo se vuelve demasiado forzado y nada de lo que pasa produce la más mínima empatía. Al final, la película no se priva de hacer una bajada política obvia cargada de intención política.