Verdades Develadas. Crítica de “Segundo Subsuelo” de Oriana Castro y Nicolás Martinez Zemborain
ADELANTOS, CINE, CRITICA, ESTRENOS
Un fotógrafo portugués, un arquitecto y un edificio emblemático de la Ciudad de Buenos aires, atravesados por una historia común, pero particular a la vez. Segundo Subsuelo es un largometraje documental sobre la obstinación de la memoria, sobre la búsqueda de la verdad y sobre dos personajes transitando juntos una ciudad con laberintos que solo ellos conocen. Por Bruno Calabrese.
La historia sigue de cerca a Arthur, un ex detenido-desaparecido. De la mano de Pablo López Coda, arquitecto y artesano encargado de la remodelación y restauración de edificios, buscan pruebas que confirmen su relato sobre la detención en un centro clandestino ubicado en el segundo subsuelo de las Galerías Pacífico (donde ahora está ubicado el Centro Cultural Borges).
Narrada de manera que los hechos se vayan revelando con el correr de los minutos, El documental cuenta con la habilidad del director para mantenernos expectantes a la espera de que la verdad sea revelada. El encargado de llevar la causa adelante es el juez Rafecas. La necesidad de pruebas es clave para iniciar la investigación. Para ello el magistrado explica los porqué y el trabajo que realiza junto a uno de los responsables de Barrios por la Memoria. Quien relata los motivos y dificultades para dar con información que no haya sido destruida con el tiempo.
“Segundo Subsuelo” forma parte de un documento clave, en el que se ve reflejada una historia que se empieza salir a flote como un rompecabezas. La primera pieza es un mosaico descubierto casi de casualidad por Arthur durante un alto de la grabación del vídeo “Ciudad de Pobres Corazones” de Fito Páez. A partir de ese instante saldrán muchas verdades a flote, verdades que son necesarias y, que por más que la intenten cubrir con tierra, siempre van vivir en la memoria.
Puntaje: 70/100.