Seis sesiones de sexo es un drama romántico muy particular con tintes de comedia. La película adquiere un prestigio mayor por contar con actuaciones realmente brillantes de John Hawkes, Helen Hunt y William Macy (éste con menor participación pero en la piel de un cura muy canchero, carismático y con apariencia casi “rocker”).
Basado en hechos reales, el relato nos remite a la peculiar vida de Mark O´Brien (Hawkes), un poeta y periodista que a causa de una enfermedad sufrida de pequeño, la poliomielitis, se encuentra tetrapléjico. Lo curioso y principal del personaje radica en su incapacidad para mover su cuerpo mientras que sí resulta sensible al tacto. Por ende, y aquí se encuentra el motor de la cinta, a sus 38 años decide perder su virginidad bajo la ayuda de una terapeuta especial (Hunt) y los consejos de un sacerdote.
Por lo general, los dramas suelen resultar bastante densos, difíciles de digerir. Pero este no es el caso de Seis sesiones de sexo: con una duración para nada extensa (98 min. aproximadamente), el film mantiene un ritmo ameno durante casi toda su proyección, gracias a una serie de escenas rodadas de manera ágil y a unos cuantos buenos chispazos graciosos que hacen que el espectador tome con una angustia menor la cantidad de sucesos tristes y melancólicos que nos propone el film.
La historia realmente conmueve, el protagonista enternece a escalas ascendentes a medida que la cinta avanza, sintiendo y hasta deseando una suerte o destino mejor para este querible sujeto. Otro punto fuerte de la narración queda asentado en el desparpajo a la hora de tratar temas que sin el cuidado necesario podrían llegar a pasar del otro lado de la línea que lo separa del mal gusto.
Emotiva, prolija y agradable visualmente, Seis sesiones de sexo resulta una triunfante película que deja al espectador con una agradable sensación y con la mente en estado reflexivo por unos minutos.
LO MEJOR: la gran forma en que se abordan los sucesos. Las excelentes actuaciones de Helen Hunt y John Hawkes: inmejorables.
LO PEOR: puede esperarse algún que otro giro mejor en determinadas instancias.
PUNTAJE: 7,5