Un documental que permite la reflexión entre el conocimiento ancestral y la modernidad. Los saberes transmitidos por generaciones y la llegada de Internet para revolucionar y poner al día no solo a las grandes ciudades sino también a los pueblos pequeños. Desde una anécdota personal que ocurrió hace años y el conocimiento de un arriero y guarda parques surgió la idea de este film. Ocurre en Amaicha del Valle donde las condiciones climáticas dejaron sin el servicio de internet al pueblo. Mientras se multiplican los reclamos de todo tipo, hasta de niños que extrañan no tener sus juegos habituales, se organiza un viaje hasta una antena ubicada a más de cuatro mil metros altura sobre el nivel del mar, con un camino peligroso y de difícil acceso. Una ruta que tomará un ingeniero guiado por Mario Reyes, un hombre curtido por el paso del tiempo, pero dueño de los saberes necesarios como para llegar sanos y salvos y regresar con el trabajo hecho. De esa viaje y de las circunstancias que lo rodean, de la presencia imponente y eterna de la naturaleza frente a la pequeñez de los hombres, de ese diálogo entre la sabiduría popular y la comunicación que aparentemente todo lo soluciona, se nutre este film distinto, personal, curioso y revelador.