Más conexión digital menos conciencia de la precariedad social. Crítica de “Señales de humo”.
El director Luis Sampieri muestra el contexto aislante y carenciado en plena era virtual inserta en regiones indígenas
En su cuarta entrega documental el director tucumano Luis Sampieri recrea un moderno registro observacional y una perspectiva pícara de la áspera realidad comunal indígena de Amaicha del Valle. Por. Florencia Fico.
El argumento del documental “Señales de humo” se sitúa en una comunidad chica del norte argentino donde los servicios de telefonía e Internet se ven afectados por cortes debido a la potencia de los vientos que perjudican la zona. Mario un arriero y guarda parques de la región, deberá ascender a las altas cumbres procurando solucionar el inconveniente.
El director y guionista Luis Sampieri acompaña en la travesía al arriero Mario Reyes, y esboza con humor las formas en las que conviven lo ancestral y lo contemporáneo.
Reyes es el hilo conductor de la narración con el cual Sampieri nutre de realismo la cruda vivencia en su pueblo: la precariedad, el reclamo por viviendas, el destrozo de sus espacios productivos, la falta de recursos para arreglar las dificultades de conexión, el consumismo, la dependencia a la tecnología, las extenuantes cargas laborales y las impiedades del clima que dañan la localidad.
El texto que narra Sampieri atestigua los ritmos de vida. Con una descripción exhaustiva de lo cotidiano. Aunque hace una declaración a través del actor social, con herramientas etnográficas combinadas con subtitulados. El espectador se puede ver reflejado. Resaltan los intercambios y actividades del pueblo en clave cómica hasta irónica.
En contrapunto, el cineasta expone la voluntad como comunidad originaria. Para organizarse brindando apoyo y respuestas a conflictos en la Escuela de Gobernanza Indígena Amaicha del Valle. En ese espacio, un consejo de adultos mayores escuchan a los vecinos y elaboran medidas tendientes a resolver sus conflictos y necesidades básicas.
Entre ellos se halla Mario Reyes, él se pone al hombro la misión de subir a 4000 metros sobre el nivel del mar, con el fin ayudar a un ingeniero en riesgosos senderos, a lomo de caballo. Así ambos puedan habilitar la antena que da el servicio de Internet a los habitantes.
El director de fotografía Mauricio Asial aprovecha otro gran personaje la naturaleza con panorámicas del lugar, travelings en las cabalgatas de Mario. El enfoque y desenfoque para provocar curiosidad. Las tomas en detalle para evidenciar las carencias del protagonista y grúas para la captura en momentos de altura.
El sonido grabado por Martín Litmanovich suman tensión a la composición del tema ya que se oye el viento, el ruido de los relámpagos y la lluvia; factores meteorológicos que alteran y afectan la vida de los pobladores. La voz de Karina Martinelli impone un canto nativo y autóctono propio de la escena ritual. El tema “Rap del humo” de José Santucho genera una asociación directa a una letra que denuncia la poca conexión con las raíces de los pueblos y sus costumbres autóctonas.
El documental hace testigo al espectador de un estilo de vida rural intervenido por la hiperconectividad y los trastornos generados por el clima que limitan las tareas y trabajos de los habitantes. El documentalista Luis Sampieri aborda el filme con una evidente intensión reflexiva donde deja una crítica social. Y manifiesta una población absorbida por la tecnología, el espectáculo. No se detiene a ver los peligros a los que se exponen Mario y el ingeniero. Los que se preocupan por su confort y la pobreza en sectores abandonados a su suerte.
Puntaje: 75
Dirección
Guion
Fotografía
Música