Pasemos de largo el espantoso título local (es cierto que el original, INFINITELY POLAR BEAR, tampoco ayuda mucho pero de todos modos…) para hablar de esta curiosa comedia dramática acerca de un padre de familia que es bipolar y queda al cuidado de sus dos pequeñas hijas cuando su esposa decide irse a Nueva York a terminar sus estudios. Mark Ruffalo encarna, con todos los recursos del caso, a Cam, un hombre que sufre de ese desorden desde muy joven y que, en pleno hippismo (cuando su curiosa manera de actuar era considerada más una excentricidad que otra cosa) se casó con Maggie, una chica negra (Zoe Saldana), con quien tuvo dos hijas, Amelia y Faith.
Los problemas de Cam –que decide obviar casi siempre la medicación que debería tomar– lo convierten, casi, en un chico más de la familia: no puede mantener un trabajo y su esposa se irrita constantemente con él, pero sus hijas lo adoran ya que no les pone límites y juega y se divierte con ellas sin casi restricciones. Sin dinero y tras una crisis de Cam, Maggie se muda a un departamento en Boston que tampoco pueden sostener económicamente. Ya que su marido no puede mantenerlos, ella decide –cuando Cam está mejor y promete seguir su tratamiento– irse a Nueva York a terminar sus estudios y así poder conseguir un trabajo que sostenga a la familia. La idea de que Cam pueda hacerse cargo de las chicas solo durante un año y medio suena complicada, pero él se compromete a que podrá hacerlo. ¿Podrá?
INFINITELY-master675-v2Claro que no puede o bien puede a su manera, o no puede como quisiera, debería o uno supone. Y las chicas viven ese período como un verdadero torbellino: por momentos divertido y fascinante, pero en otros peligroso y complicado. Con sus ritmos tan intensos como los de sus personaje, la cámara de Forbes sigue a Ruffalo en sus actitudes “bordes” alcanzando un alto grado de autenticidad pero, a la vez, un cierto agotamiento cinematográfico, poniendo al espectador siempre también al borde del cansancio, de la sensación de que la agitación constante en la que Cam y sus niñas viven empiezan a ser desbordantes para quien las mira.
Lo mejor de la película es la honestidad y el cariño con el que Forbes se acerca al personaje de Ruffalo, más allá de que sus descuidos sean peligrosos para la integridad de su familia. Hay un evidente amor de Cam hacia ellas, más allá de que no sepa ni pueda controlar sus emociones o actitudes buena parte del tiempo. Para Ruffalo, un actor que habitualmente da medido, controlado y hasta oscuro, este papel le permite sacar a juego recursos y resortes actorales que no muchas veces utiliza, convirtiendo a su personaje en un torbellino de gestos, movimientos y palabras casi constante.
infinitely-polar-bearEl filme transcurre a fines de los ’70 (se basa en la propia historia de la guionista y directora) y eso permite entrar en otros juegos interesantes de analizar, especialmente el eje racial ya que una familia “ensamblada” de esa manera no era común entonces. El, además, viene de una familia de dinero que se rehusa a ayudarlo, mientras que ella es de clase baja y no tiene familia a la vista. Las chicas, entre ambos mundos, se arreglan lo mejor que pueden, tratando de aceptar al padre y de entender a la madre, que toma esa arriesgada decisión en función de un mejor futuro que puede no ser tal. Nada es fácil en sus vidas y el espectador se pone, fundamentalmente, del lado de ellas. Y así llega al final del filme, un tanto agotado de tanta hiperactividad, pero esperanzado en la suerte de las chicas, una de las cuales terminará, claro, haciendo esta película sobre su historia.