Cameron y Maggie parecen una pareja feliz. Pese a que él venga de cuna de oro, ambos quieren llevar las riendas de sus propias vidas, y al poco tiempo de casarse, son bendecidos con dos hermosas hijas. Pero Cameron empieza a sufrir ataques maníacos depresivos y debe ser internado. Ante la ausencia de él, ella debe conseguir un trabajo y la única forma posible de lograrlo es estudiando por un año alejada de sus hijas; así es como Cameron debe hacerse cargo de las niñas mientras aún lidia con su enfermedad y subsisten aceptando a regañadientes la ayuda de la familia de Cameron.
Sentimientos Que Curan puede sonar a uno de esos dramones que se hacen buscando ganar premios, y que apelan sin razón alguna al golpe bajo sólo para conmover al público más sensible y visceral que se emociona con cosas obvias. Bueno lectores, de eso (por suerte) van a encontrar poco y nada en este film.
Si bien es un drama, la trama no va a girar en torno a los problemas económicos de los Stuart, o si Cameron perderá el derecho a ver a sus hijas debido a su enfermedad. Debo reconocer que cuando inició la película, tenía miedo que todo se encaminara a otro film sensiblero estilo En Búsqueda de la Felicidad, pero nada más errado de la realidad.
En esta ocasión, vamos a ver una historia de superación y conocimiento, tanto propio y para con los demás. Como Cameron se irá dando cuenta de que es capaz de hacer cosas que los demás dudan, y por otro lado entablar por fin una verdadera relación de padre-hijo con sus pequeñas.
Todo esto se vuelve creíble principalmente por el enorme papel que hace Mark Ruffalo. No solo por cargarse prácticamente toda la película a sus espaldas; si no por lo verosímil que se nos hace su personaje, con varios matices que veremos de forma natural: jocoso, volátil, amistoso y cariñoso.
Pero como dije, Ruffalo no está solo y las chicas que interpretan a sus hijas Amelia (Imogene Wolodarsky) y Faith (Ashley Aufderheide) logran componer a las hijas de forma bastante aceptable. Se sabe que en el cine trabajar con chicos es peligroso, porque pueden dar como resultados personajes insoportables que lejos de encariñar al espectador, lo repelen. Por suerte en esta ocasión no se da y las pequeñas se complementan a la perfección con Ruffalo. Es una lástima que Zoe Saldana salga poco y nada en el film, aunque para la historia su presencia no se requiere demasiado.
Si la película funciona, es por la acertada elección de Maya Forbes (directora y guionista) a la hora de escribir el guión. Como mencioné más arriba, evita caer en lugares comunes y logra construir una historia amena y llevadera que nos sacara más de una sonrisa; aunque como punto en contra podemos decir que para Cameron y sus hijas parece todo salir demasiado bien siempre, no mostrando un gran conflicto sinceramente.
Sentimientos Que Curan es una película chiquita, que apunta a hacerle pasar un buen momento al espectador y conmover un poco pero sin buscar la obviedad; y en este apartado funciona y para quienes quieran escapar de los grandes tanques de Hollywood, acá tienen una opción más que válida.