Una agridulce comedia basada en hechos reales de la directora Maya Forbes que por primera vez dirige en la pantalla grande. Por cierto que le salió muy bien y tuvo una gran ayuda del elenco encabezado por Mark Ruffalo y Zoe Saldana a quienes apoyan con insuperables actuaciones las pequeñas, -por edad-, Imogene Wolodarsky y Ashley Aufderheide.
Maggie, Cameron, Amelia y Faith son una familia normal, con sus idas y venidas hasta que Cam, el papá, se ve afectado por un trastorno maníaco compulsivo que se hace crónico en una bipolaridad. De allí viene el título en inglés y el juego de palabras que utiliza Faith cuando dice que su papá es un gran "oso polar", en vez de decir que sufre de bipolaridad. Los cuatro viven en Boston, él es de familia acaudalada pero venidos a menos. Ella no sólo es una muestra de lo que pasó con muchas mujeres al comenzar la revolución feminista: acceso al trabajo, los hombres tratando de que se queden en los hogares si tienen niños y además, el hecho del color de su piel en un distrito en que ella no es muy bienvenida.
Maggie se esfuerza y aún así no logra conseguir un trabajo para mandar a las niñas a un buen colegio. Además, está la enfermedad de Cam, con lo que no es fácil tomar la decisión de alejarse mucho del hogar. El matrimonio empieza a resentirse y Maggie decide, haciendo de tripas corazón, dejar a Faith y a Amelia, en manos de este chico grande, que quiere pero le es muy cuesta arriba volver a ser el que era antes de enfermar.
Las chicas serán ese faro que guíe al antes navegante, ahora fotógrafo mientras la madre, trata de estudiar y subir algún escalón más y a la vez, con esto, mantener a su esposo en un proyecto a mediano plazo para recuperarlo definitivamente.
Como la película está ambientada en los 70s no hubo problemas en verlo a Mark Ruffalo con un cigarrillo en la boca casi permanentemente, para mí un poco excesivo. Todo lo demás, una espléndida construcción en equipo. Es tan encantadora y provocadora como "La Joven Vida de Juno" y marca esas tendencias sociales que están repercutiendo hasta hoy en día.
Imogene y Ashley, dos actrices de aquí a la China, esperamos verlas muy pronto en alguna otra peli.
No redunda en golpes bajos ni en escenas melodramáticas; todo lo contrario, donde hay tensión se tratará de resolver por la vía de una situación algo insólita, estridente, ridícula, bizarra -sobre todo-, o con ternura.
Buena banda sonora, mejor fotografía, con impactantes coloridos (como una psicodelia) en este relato que a pesar de las dificultades, que fueron reales, resalta las fortalezas y las ganas de reconstruir con amor lo que el trauma separó y desordenó.