Con el sello de Sundance
Una ópera prima bastante sólida y eficaz, pero que no puede quitarse la mochila cargada de lugares comunes de ese cine indie pensado para el festival creado por Robert Redford.
Las películas del Festival de Sundance conforman un subgénero aparte dentro del panorama del cine independiente norteamericano al punto que ya tienen sus propias reglas y parámetros narrativos y estéticos. Sentimientos que curan es un muestreo fiel de todos esos lugares comunes. ??
Producida por J.J Abrams a través de su compañía Bad Robot, la ópera prima de Maya Forbes es un relato centrado en una familia disfuncional. O, mejor dicho, en un padre por fuera de los cánones habituales y la relación con sus hijas una vez que la madre (Zoe Saldana) hace las valijas para irse a estudiar a otra ciudad. ??
El problema es que Cameron (un Mark Ruffalo llamativamente desatado) tiene evidentes trastornos de bipolaridad que lo llevan a, entre otras cosas, fumar decenas de cigarrillos diarios y actuar regido únicamente por sus caprichos, convirtiéndose más en un compañero de colegio que en una figura de autoridad para sus hijas.??
Sentimientos que curan muestra la progresiva vinculación entre todos ellos a través de un camino poco rugoso y carente de vuelo. Suerte de historia mínima sobre la superación y el engranaje de los mecanismos familiares, no hay nada demasiado molesto en el film de Forbes, pero sí una medianía generalizada que hace de ésta una película tan eficaz como a la larga olvidable.