Lo bueno y malo de Séptimo es que se genera un muy buen suspenso en todo su desarrollo.
Es bueno porque mantiene un interés continuo sobre la historia y lo que va pasando minuto a minuto. Lo malo es que eso hace que uno tenga expectativas muy altas sobre el final.
La construcción de la historia para mi es un muy buen punto a favor de la película, porque el espectador va imaginando las posibilidades ante las evidencias que va tirando el director con cuenta gotas. Creo que ese juego mental es muy bueno.
Todo se acompaña por excelentes actuaciones y la dinámica de la filmación en el edificio. Esa combinación está muy bien lograda
Darín nuevamente se pone encima la historia, y como es habitual no le pesa en la espalda.
Una buena película de suspenso realizada en la Argentina, que creo no dejará en forma inmediata satisfechos a la mayoría con el final... pero puede ser que algunas horas después, recordando algunas instancias de la historia, esa sensación se haya ido y el balance sea positivo para todos.