Obreros de la música
Rocío Gauna y María Victoria Ferrari se embarcaron en el proyecto de gestionar y dirigir, Ser Luthier (Manos argentinas) (2018), film que nos muestra cómo es la construcción de instrumentos musicales pero, sobre todo, la razón de ser un obrero de la música.
Así como existe el carpintero, el herrero o el tornero, cada uno fábrica o repara diferentes tipos de objetos que sirven para la vida cotidiana. Sin embargo alguna vez nos preguntamos ¿si no existieran los luthiers? Sería muy probable que el mundo no conociera la música tal como la conocemos. El documental de Gauna y Ferrari nos relata de manera clara qué es este oficio de la construcción de instrumentos a mano.
La película es un conjunto de pequeñas entrevistas que narran grandes historias que se entrecruzan a lo largo de una hora y nos permite adentrarnos en un mundo muy poco conocido por el público general, para definirnos qué ser un luthier, es decir un artesano de la música, y la pasión que genera vivir de esa profesión y cómo sus artistas conviven con eso.
El sonido, la comodidad y la estética son primordiales para que un instrumento sea bueno para su uso, pero esto puede ser fácil de hacer desde una fábrica. Sin embargo un luthier se encarga de que cada guitarra, violín o violonchelo sea preparado específicamente para un cliente en especial, de eso se trata al fin y al cabo, de que se genere un vínculo más allá de un trozo de madera con cuerdas.
Ser Luthier (Manos argentinas) es un documental que invita a los neófitos del tema a acercarse un poco más a la música pero desde otro lado: a valorar una profesión que no es tan común pero que es muy interesante. Además nos deja un mensaje claro: hasta algo tan maravilloso como la música necesita de alguien que le dedique tiempo de construcción y, algunas veces, de reparación.