Un documental sobre luthier y luthería es un muy digno debut de dos jóvenes realizadoras que vienen trabajando juntas desde el año 2013. Se estrena este jueves 3 de mayo en el Gaumont de Buenos Aires con un breve recital de los protagonistas tras la proyección. Ser Luthier de Rocío Gauna y María Victoria Ferrari está construido completamente con testimonios a cámara, comienza con una serie de planos generales de los talleres y las herramientas, un grupo de violines, tambores africanos en las estanterías. Mayormente estos planos servirán de escenografía para presentar a los luthier del título, artesanos (12 en total) que construyen distintos instrumentos musicales en distintos lugares de Argentina. Gauna y Ferrari los han sabido reunir: hay jóvenes luthiers de la provincia de Buenos Aires, otros de Lago Puelo en el Sur Argentino, un padre e hijo de de Misiones, fabricantes de arpas. Sus formas de vida y de trabajo serán expuestos en primera persona. Y no habrá duda que es el oficio más hermoso del mundo. Noble oficio el de arreglar o construir instrumentos musicales que se narra aquí desde las propias voces entrelazadas y organizadas por temas en un poco menos de una hora: el proceso del material, los tipos de madera, el trabajo familiar, el aprendizaje y la enseñanza, la nobleza del trabajo, lo europeo vrs lo nacional. Tema no muy frecuentado por el cine argentino, existe una película dedicada a la luthier Pepe Núñez, dirigida por Fermín Rivera.
Meterse en el mundo de los que fabrican, crean instrumentos musicales es una invitación fascinante. En especial porque quienes dan sus testimonios no vacilan en confiar sus secretos, su formación, como se transformaron en profesionales, la manera en que viven, cual es su filosofía, sus sueños, su relación con cada instrumento que crean. Cada historia tiene su encanto y uno es más interesante que otro. Con la convicción verdadera de que se trata de invitación a un mundo privado, silencioso, solitario y siempre artístico. Dos jóvenes directores idearon este trabajo tan lúcido, interesante y seductor: Rocío Gauna y María Victoria Ferrari. Un placer del principio al fin y una oportunidad para conocer a una raza de artesanos talentosos.
Obreros de la música Rocío Gauna y María Victoria Ferrari se embarcaron en el proyecto de gestionar y dirigir, Ser Luthier (Manos argentinas) (2018), film que nos muestra cómo es la construcción de instrumentos musicales pero, sobre todo, la razón de ser un obrero de la música. Así como existe el carpintero, el herrero o el tornero, cada uno fábrica o repara diferentes tipos de objetos que sirven para la vida cotidiana. Sin embargo alguna vez nos preguntamos ¿si no existieran los luthiers? Sería muy probable que el mundo no conociera la música tal como la conocemos. El documental de Gauna y Ferrari nos relata de manera clara qué es este oficio de la construcción de instrumentos a mano. La película es un conjunto de pequeñas entrevistas que narran grandes historias que se entrecruzan a lo largo de una hora y nos permite adentrarnos en un mundo muy poco conocido por el público general, para definirnos qué ser un luthier, es decir un artesano de la música, y la pasión que genera vivir de esa profesión y cómo sus artistas conviven con eso. El sonido, la comodidad y la estética son primordiales para que un instrumento sea bueno para su uso, pero esto puede ser fácil de hacer desde una fábrica. Sin embargo un luthier se encarga de que cada guitarra, violín o violonchelo sea preparado específicamente para un cliente en especial, de eso se trata al fin y al cabo, de que se genere un vínculo más allá de un trozo de madera con cuerdas. Ser Luthier (Manos argentinas) es un documental que invita a los neófitos del tema a acercarse un poco más a la música pero desde otro lado: a valorar una profesión que no es tan común pero que es muy interesante. Además nos deja un mensaje claro: hasta algo tan maravilloso como la música necesita de alguien que le dedique tiempo de construcción y, algunas veces, de reparación.
LO PRODUCTIVO Y LO ARTESANAL En Ser luthier, manos argentinas, el documental de Rocío Gauna y María Victoria Ferrari, se cuenta la historia de diez fabricantes de instrumentos en el país y las directoras saben hacerlo con sencillez, remarcando esta noble profesión y destacando un grupo de personajes que son fabricantes de instrumentos pero que también son un poco carpinteros, un poco artistas y bastante bohemios. De esa mezcla entre lo productivo y lo artesanal surge el atractivo del film. Es interesante el registro que las directoras eligen para abordar la experiencia de sus personajes: nunca olvidan que son trabajadores, y por eso la puesta los encuentra en su taller, entre maderas, instrumentos a medio terminar y ese caos organizado del espacio laboral, pero a la vez profundizan en ese vínculo emocional que todos mantienen con su profesión. Y otro detalle: el recorrido lleva a lo largo y lo ancho del país, demostrando la variedad de instrumentos -y por consiguiente de ritmos- que tiene la música argentina, grande en recursos y enorme en influencias culturales. Notable es también el uso del montaje en Ser luthier, manos argentinas: el carácter artesanal, también lo obsesivo, se imprime en el film con velocidad. No hace falta demasiado esfuerzo para que entremos a ese mundo enseguida y disfrutemos de esa conexión que existe entre el trabajador y su trabajo cuando, lejos de la rutina, la actividad elegida tiene un peso simbólico, una raíz y una historia detrás.
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