Seré millones, el mayor golpe a las finanzas de una dictadura

Crítica de Flor Etcheto - Alta Peli

Seré Millones es el primer proyecto en conjunto de Omar Neri, Fernando Krichmar y Mónica Simoncini -tres cineastas dedicados a realizar documentales con fuerte contenido político- que trata del gran robo del ERP al Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) en 1972.

Vida Bandida

La noche del 29 de enero de 1972, los jóvenes Oscar Serrano y Ángel “el Turco” Abus, junto con sus compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) asaltaron el Banco Nacional del Desarrollo (BANADE). Ataron a los guardias de seguridad, entraron al tesoro, robaron 450 millones de pesos (11 millones de dólares en ese entonces), que más tarde utilizarían para financiar las acciones del grupo guerrillero. El robo/expropiación del BANADE fue un gran golpe a las finanzas de la dictadura militar del General Lanusse. Oscar y el Turco trabajaban desde hacía un tiempo en el banco, Oscar como sereno (y además era taxista), y el Turco como ascensorista, y fueron una pieza clave para la puesta en marcha de este ambicioso plan. 42 años después, un grupo de realizadores convoca a Oscar, el Turco y a un grupo de actores que se pondrán en la piel de los protagonistas para recrear la historia del gran robo.

Volveré y seré millones

Seré millones empieza con un casting. Los realizadores les hacen algunas preguntas a los actores y les cuentan más o menos de qué va el proyecto. De repente nos damos cuenta que los dos señores mayores que parecen formar parte del equipo de filmación son los mismísimos protagonistas del robo. Ya empezamos bien. La sola participación de Oscar Serrano y el Turco Abus hace interesantísima a la película. No obstante, lo más rescatable de esta película es el abordaje, que no es para nada solemne. En cambio, usa un tono fresco y vivaz, pero sin caer en una simplificación del tratamiento del tema.

La película juega con la mezcla de géneros, alterna entre el documental y la ficción, incluye fragmentos de Espartaco, de Stanley Kubrick y de los noticieros obreros de Raymundo Gleyzer. Las escenas que recrean los actores se realizan de manera despojada, con pocos elementos, y funciona bien. Lo único que me atrevo a achacarle a Seré millones es por momentos se aleja de las formas cinematográficas y parece un documental televisivo, más que nada en la música utilizada cuando visitan el banco y el esbozo de cámara oculta que no aporta nada a la película.

Conclusión

Seré millones es una película valiosa por su forma, que no sólo mezcla el documental y la ficción, sino que además pone cara a cara a los protagonistas del robo con los actores que los interpretan. Vale la pena ya de por sí por el hecho de ver en pantalla a Oscar Serrano y a Ángel Abus contar su historia. Además, no sólo que no es solemne sino que utiliza un tono muy fresco para abordar los hechos de la dictadura de Lanusse y la militancia de Oscar y el Turco en el ERP, lo cual le suma mucho a la película.