Ensayo sobre recuerdo y representación
No es un documental. Es un docudrama. Y empieza como el making de una película que nadie está haciendo. Y que bien podría hacerse, porque cuenta una historia con grandes posibilidades de humor, suspenso e ironía, basada en hechos reales.
Se trata del mayor asalto a un banco argentino, hecho sin tiros, muertos ni heridos, y, curiosamente, sin enriquecer a sus autores. Ocurrió la noche del sábado 29 de enero de 1972, cuando un grupo del ERP copó el Banco Nacional de Desarrollo, pasó seis horas sopleteando barras y puertas blindadas, cargó, al cambio de entonces, el equivalente a 10 millones verdes, y escapó justo 15 minutos antes que llegara el cambio de guardia. Todo eso en 25 de Mayo 145, pleno microcentro vecino a la central de la Side y otros organismos de Seguridad.
Los entregadores fueron el sereno y un empleado a quien un gerente capturado preguntó "¿Entonces el lunes vos no venís a trabajar?". Pues no. Los dos huyeron a Chile ese mismo día. Con el tiempo, uno se jubiló como profesor de Bellas Artes en Cuba. Otro, siempre con su esposa, llegó a luchar en la Revolución Sandinista, y hoy cumple labores barriales en el Conurbano, donde vive sencillamente.
Se llaman Oscar Serrano, Angel Abus y Laura Zona de Abus. Frente a la cámara se sienten de nuevo veinteañeros. Pero los realizadores, en vez de hacer un documental clásico, seguro y seguramente entretenido, acometen, o cometen, un ensayo sobre recuerdo y representación. Así vemos lo que cuentan los protagonistas, sus compañeros del Banco y los medios de la época, lo que ellos les cuentan a los actores, y lo que éstos escenifican y reflexionan. La idea calza muy bien, por ejemplo, en una parte donde los viejos discuten cómo conviene representar una despedida, pensando en la verdad escénica antes que en la histórica. Otras partes, en cambio, sufren mucha bajada de línea, bajo rendimiento actoral, falta de ritmo. Una lástima.
Bonus insertos, fragmentos del "Espartaco" producido y protagonizado por Kirk Douglas con guión de Douglas Trumbo, y de dos Comunicados Cinematográficos del ERP, hechos en la clandestinidad. Su autor, Raimundo Gleyzer, desapareció en 1976 en un cuartel. El jefe del robo, llamado "Operación Chauchas", murió en 1973, y Roberto Santucho, líder máximo del ERP, en 1976, ambos en auténtica acción de combate, como corresponde. En cuanto al dinero, se usó para solventar la medianamente fallida fuga de presos de Rawson, el establecimiento de la guerrilla en Tucumán y la ayuda a grupos amigos de Chile, Bolivia y Uruguay. Malas inversiones, diría uno, pero aquellos viejos empleados no piensan lo mismo.