Obra maestra de Radu Jude que alterna el porno con el collage filosófico
Ganadora del Oso de Oro en la última Berlinale, "Sexo desafortunado o porno loco" (Babardeală cu bucluc sau porno balamuc, 2021) es sin lugar a dudas una obra maestra que catapulta al rumano Radu Jude al podio de uno de los directores más interesantes, arriesgados y libres del cine contemporáneo.
El prólogo de Sexo desafortunado o porno loco es una escena pornográfica entre un hombre y una mujer que disfrutan del sexo en todas sus acepciones. Son cinco minutos de explicites sexual que descolocan a cualquier espectador desprevenido. Corte. Coloridos títulos de presentación y vemos a la mujer del video, Emilia (Katia Pascariu), profesora de un colegio secundario, caminando por las calles de Bucarest. Alguien subió el video íntimo y privado de la pareja a la página de Internet PornHub, se hizo viral, y la carrera de la docente corre serio peligro.
La película, filmada durante la pandemia, que se divide en tres partes, dos ficcionales y una documental que entrelaza ambas, está contada desde el punto de la mujer. En la primera vemos a Emilia rumbo a la casa de la directora del colegio para explicarle lo ocurrido. La profesora será parte del paisaje urbano mientras circula entre publicidades y una multitud de peatones protegidos con tapabocas, otra igual a cara descubierta, y muchísima gente disfrazada. En el vagar de la cámara, surge el conflicto, desde estilos publicitarios de representación hasta reprehensiones y violencia física.
La segunda parte de Sexo desafortunado o porno loco se estructura como un diccionario. Jude apela a material de archivo con una intencionalidad humorística y cuestionadora. Un recopilatorio de sentencias y máximas que recuerdan a Walter Benjamin o a David Shields. Una serie de palabras seleccionadas entre la A y la Z, cuyos significados dependen del contexto rumano social, histórico y político como también de la idiosincrasia de un pueblo alienado. Finalmente, en el final, recrea una suerte de juicio kafkiano (y porque no lyncheano) a través de una reunión de padres, madres y docentes que determinarán el futuro de Emi.
Sexo desafortunado o porno loco pone a los espectadores en el lugar de jurados en un juicio sicalíptico que refleja la doble moral de una sociedad que poco a poco va perdiendo la cordura. Un espejo donde mirarse para entender que resulta imposible escapar de la mirada crítica que proponen los principios morales arraigados. Lo obscenidad del video no es nada comparada con aquella que nos rodea, pero a lo que no se le presta atención.
Jude, que no tiene límites expresivos y propone giros tan radicales como rupturistas para los cánones cinematográficos, pasa del documental al pastiche disparatado en cuestión de segundos, utiliza su arte para ofrecer una brillante tesis sobre la estupidez humana, y lo hace a través de una mirada corrosiva y audaz sobre Rumania, el mundo y el tiempo que en suerte le toca vivir.