Mensaje de doble filo
Abby Kohn y Marc Silverstein son guionistas y productores de ¿Qué les pasa a los hombres? (He's Just Not That Into You, 2009) y Cómo ser soltera (How to Be Single, 2016), ahora, como no podía ser de otra manera en el rol de directores estrenan la llamada Sexy por accidente (I feel pretty, 2018).
Una chica (Amy Schumer), que se enfrenta cada día a sus inseguridades, despierta de una caída creyendo de repente que es la mujer más bella y capaz del planeta. Con esta nueva confianza en sí misma se siente capaz de vivir su vida sin complejos ni limitaciones.
La película resulta ambigua en su tratamiento y mensaje. En un principio parece que no es solo un problema personal, sino que hay un mundo detrás de ella empujándola a sentirse disconforme con su apariencia y que la discrimina. Es claro que la intención es noble pero ¿eso se supera solo con autoconfianza? ¿no es un poco más complejo?
Por otro lado cuando ella experimenta este cambio, se torna una persona superficial. Actúa como alguien que se siente superior. Lo cual no está mal porque habla de un personaje totalmente desfasado en sus valores personales. El problema es que la película un poco sostiene desde afuera del personaje que esa es la actitud que necesita para obtener lo que quiere. Nada se interpone en su camino cuando se cree bella. Ese es el punto. Propone una línea demasiado difusa entre vivir sin complejos y ser arrogante.
Además, mucho de lo que logra no es por su cambio de actitud, sino por una sucesión de casualidades que se le presentan en el camino, lo cual hace aún más complicada la interpretación del mensaje final.
Por supuesto que hay personajes espectaculares como las amigas y el personaje del novio que está maravillosamente construido desde la dulzura y la sensibilidad, para enamorarse por completo. Pero deja abiertas algunas preguntas y sensación a cierta contradicción.
Sin embargo también es una posibilidad que sean malas decisiones estructurales de la película y no conceptuales. Si sucedieran los hechos con otra progresión u otro orden quizás cerraría de una forma más firme, porque es evidente que hay una intención de ser mucho más comprometida de lo que es.